Qué, quién, cómo, cuándo, cuánto, dónde y por qué son partículas interrogativas o exclamativas que llevarán tilde cuando se pueda poner “demonios” inmediatamente después:
1. Me puedes decir qué demonios te pasa.
Me puedes decir qué te pasa.
2. Nadie me explicó cómo demonios salir de aquí.
Nadie me explicó cómo salir de aquí.
Nadie me explicó cómo salir de aquí.
3. No sé cuándo demonios me van a entregar el coche.
No sé cuándo me van a entregar el coche.
No sé cuándo me van a entregar el coche.
4. No recuerdo cuánto demonios nos costó.
No recuerdo cuánto nos costó.
No recuerdo cuánto nos costó.
5. A ver dónde demonios he dejado las llaves.
A ver dónde he dejado las llaves.
6. Se puede saber por qué demonios habéis discutido.
Se puede saber por qué habéis discutido.
A ver dónde he dejado las llaves.
6. Se puede saber por qué demonios habéis discutido.
Se puede saber por qué habéis discutido.
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